La ciudad de Mayapur, dijo Prabhupada, sería el cumplimiento de los deseos de los acaryas anteriores. La ciudad crecería a una población de cincuenta mil y se convertiría en la capital espiritual del mundo. Con su gigantesco templo en el centro y cuartos separados para brahmanas, ksatriyas, vaisyas y sudras, la ciudad sería un modelo para todas las demás ciudades. Llegaría el día en que las ciudades del mundo quedarían en ruinas y la humanidad se refugiaría en ciudades modeladas a semejanza de Mayapur. El desarrollo de Mayapur marcaría el comienzo de un mundo consciente de Krsna. Así, la influencia de Sri Caitanya Mahaprabhu aumentaría y Su predicción se manifestaría: “En cada ciudad y aldea se cantará Mi nombre”.
Prabhupada dijo que Mayapur eventualmente debería volverse más fácilmente accesible: por puente desde Navadwip, por lancha motora hasta el Ganges desde Calcuta y desde todas partes por aire. En Bengala, millones eran seguidores del Señor Caitanya por nacimiento, y reconocerían y adoptarían la conciencia de Krsna como la forma pura de su propia cultura. Hay un dicho: Lo que hace Bengala, el resto de la India lo sigue. Entonces, si Bengala se reformara y purificara mediante el ejemplo consciente de Krsna de los vaisnavas estadounidenses, entonces toda la India seguiría. Y cuando toda la India se vuelva consciente de Krsna, el mundo entero la seguirá. “Les he dado el reino de Dios”, dijo Prabhupada a sus administradores de Mayapur. “Ahora tómalo, desarróllalo y disfrútalo”.
– Prabhupada Lilamrita, Que haya un templo parte II