Sonido de silencio

Esta es la temporada de los monzones. Aquí en la India esto dura desde mediados de junio hasta finales de septiembre. Las lluvias vienen de la nada y se quedan por horas. Uno puede escuchar la trompeta del trueno en la distancia que indica que las nubes han venido a llevarse el calor y la humedad. Es hermoso realmente; los rojos, naranjas y rosas brumosos contra el azul profundo/negro de las nubes. Pájaros de todas las formas y colores se elevan y montan los vientos como un surfista monta una ola.

La desventaja de este hermoso ambiente son las inundaciones causadas por la fuerte lluvia. En cuestión de minutos, los costados de las calles tienen piscinas gigantes lo suficientemente grandes para que los niños se metan. Las personas huyen a sus hogares y se refugian en lugares aleatorios. De repente todo se vuelve silencioso, y luego lo escuchas... algo ha cambiado. Al principio, no sabes qué es, pero luego todo se vuelve claro como el cielo en la distancia. El pilotaje se ha detenido.

Los zumbidos de las máquinas han estado adornando Mayapur desde el 18 de febrero. Pero tan pronto como llegan las lluvias, todo cesa. El sitio de construcción se convierte en lodo y agua, y el pilotaje no puede continuar en tales condiciones. Los trabajadores del sitio se apiñan con sus cascos amarillos debajo de lonas azules y cobertizos de bambú. El cielo les gruñe que esperen mientras hace su trabajo. Todo está en silencio; todo está en paz… ¿o no?

Debajo de los sonidos del silencio hay una sensación de urgencia; ¿cuándo comenzará de nuevo el pilotaje? Aunque las lluvias traen un momento de reflexión, uno finalmente vuelve a la realidad y recuerda que ¡hay que construir un templo! Toda la comunidad de Mayapur se centra en la construcción del Templo del Planetario Védico. Vivimos al ritmo de las máquinas apiladoras y la sensación de seguridad que nos brinda. La vida avanza e ISKCON está ayudando a garantizar que el futuro sea trascendental. Los 20 minutos de descanso que vienen con la lluvia son dulces, pero el sonido del progreso es más dulce.

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